ciencia , noticias Viernes, 11 diciembre 2015

5 alucinantes descubrimientos sobre la muerte (y morir)

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Foto: Jesse Krauß/wikimedia

El solo hecho de pensar en la muerte nos afecta profundamente de diversas formas. Esta es la razón por la que investigadores de diferentes campos estudian la muerte bajo su propia perspectiva. Aquí te dejamos 5 descubrimientos en los campos de la bioquímica, la medicina, la genética, la sociología y la psicología que seguro te sorprenderán.

1. La carne humana en descomposición huele a dulce

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Foto: vía 20minutos.es

Es complicado describir el hedor de la muerte. Lo cierto es que el olor de la descomposición humana es actualmente muy complejo, con más de 400 componentes químicos volátiles.

Nosotros compartimos varios de estos componentes con otros animales, pero un reciente estudio muestra que cinco esteres (componentes orgánicos que reaccionan con agua para producir alcoholes y ácidos) serían únicos en los humanos. Esto en comparación a 26 especies animales de ranas, petirrojos, y cerdos. Lo interesante sobre estos componentes es que son producidos por frutas, especialmente cuando estas se pudren. Quienes han podido percibir ese olor, como científicos forenses o enterradores, usualmente lo describen como «enfermizamente  dulce» cuando examinan cuerpos. Ahora tenemos una idea de por qué.

2. No, tus uñas y cabellos no pueden seguir creciendo

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Foto: escuelapedia.com

Posiblemente hayas escuchado que nuestras uñas y cabello siguen creciendo por un tiempo después que hemos muerto. La idea probablemente viene de observaciones actuales de cabello y uñas «desarrollándose», pero esto es toda una ilusión. La verdad es que el resto de nuestros cuerpos se encoge debido a la deshidratación, haciendo que las uñas y el cabello se vean grandes.

¿Qué hace que nosotros pensemos que el cabello y las uñas estén muertos? Que las únicas partes vivas son el folículo del cabello y la matriz de la uña bajo la piel. Pero estos órganos requieren regulación hormonal para producir cabello y uñas, sin mencionar el aporte de ingredientes como proteínas y aceites que cesan cuando uno muere.

3. La medida del telómero predice la esperanza de vida

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Foto: www.madrimasd.org

Por largo tiempo hemos pensado que nuestras células podían ser inmortales, y que bajo las adecuadas condiciones en un ecosistema podrían seguir replicándose para siempre. Pero, en 1961 se descubrió que no podían: luego de 50 a 70 divisiones, se detienen. Una década después, una hipótesis fue puesta a prueba: cuando los telómeros -repetidas secuencias de ADN al final de los cromosomas- acortados con cada división, se vuelven muy cortos, la división se detiene y las células mueren. Si tus células mueren, tú también mueres, duh, porque (solo) eres un conjunto armónico de todas ellas.

Desde entonces, se ha incrementado la evidencia de que la medida del telómero puede ser usada para predecir la esperanza de vida, y no solo en humanos. Sin embargo, no toda investigación confirma esto, y no es todavía claro si los cortos telómeros son la causa de envejecimiento o solamente un síntoma. Si la medida del telómero controla el envejecimiento, entonces podría ser posible alargar la esperanza de vida manipulando su medida. Pero por el momento aún sabemos muy poco sobre el telómero para hacer esto.

4. El temor a la muerte baja con la edad

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Foto: vía www.novaire.es

Un estudio descubrió que las personas entre 40 y 50 años expresan mayor miedo a la muerte que aquellos entre 60 y 70 años. Del mismo modo, otro estudio reveló que las personas de 60 años reportaron menos ansiedad por la muerte que personas entre 35 y 50 años, y que aquellos entre 18 y 25 años.

Otro estudio descubrió que después de los 20 años, la ansiedad por la muerte de los participantes tiende a bajar con la edad. Para los hombres, baja cuando tienen 60, mientras en las mujeres baja entre los 40 y los 50 años.

Todos estos estudios también entrevistaron personas de diferentes edades, pero fallaron en comprender la esperanza de vida de cada uno. Entonces es posible que la relación entre edad y ansiedad por la muerte es manejada por un efecto generacional: tal vez nuestros antepasados fueron hechos de un material más fuerte que el de nosotros.

5. Pensar sobre la muerte nos parcializa radicalmente

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Foto: www.labibliapalabradedios.org

De acuerdo con varios estudios a lo largo de 25 años, pensar sobre la muerte hace que las personas se vuelvan parcializadas radicalmente con respecto a temas polémicos. Por ejemplo, incrementa la tolerancia hacia actitudes racistas, o que otros estén en contra de la prostitución, e incluso sean reacios a consumir servicios extranjeros (hablamos de un estudio hecho a población de occidente), y que los liberales apoyen menos los derechos LGTB.

Sin embargo, según las investigaciones, pensar sobre la muerte también hace que las personas quieran tener más hijos y nombrar a sus nietos. O sea, pensar sobre la muerte nos hace buscar una especie de eternidad simbólica.

También, hay evidencia de que al estar cerca de la muerte las personas que no son religiosas tienden a acercarse más a dios y a creer más en el más allá.

Con información de www.iflscience.com