Los mapas te han estado mintiendo sobre la verdadera forma en la que se ve el mundo

Si alguna vez has visto un mapa sobre el mundo, lo más probable es que hayas visto este modelo, también conocido como la proyección de Mercator.

El mundo según Mercator es muy inexacto. Foto: Wikipedia.

El problema con esta imagen es que es muy inexacta con el tamaño real de muchos países y continentes. Lo más cercano, según respetados cartógrafos, a la forma real de cómo se ve la Tierra es la proyección Gall-Peters.

La proyección Gall–Peters es una de las representaciones más exactas de la tierra. Foto: Wikipedia.

¿Notan la diferencia? África y Sudámerica cobran un papel más importante y Estados Unidos y Europa pierden se empequeñecen y pierden un rol central. Pero, ¿quién tiene la razón y por qué? No se preocupen, ahí vamos.

UNESCO respalda la proyección Gall-Peters

África es 14 veces más grande que Groenlandia. Foto: Ymugr.

Existen dos verdades sobre la representación actual del mundo. El primero es que la proyección Mercator no tiene respaldo actual de nadie y la segunda es que existen otras proyecciones. Pero ninguna es 100% fiable. ABC cuenta a qué se debe esto.

Lo cierto es que ninguna proyección es fiel al 100%. «Hay más de 400 (proyecciones) y ninguna de ellas representa de forma precisa la Tierra en un mapa», cuenta la ingeniero y  cartógrafa Isabel del Bosque, ya que en un mapa obligatoriamente tienes que ir a una distorsión: en área, en ángulos, en formas o en distancias. Como la propia Del Bosque afirma: «En cartografía se trata de jugar con las distorsiones dependiendo de la finalidad del mapa». 

Y ¿por qué apoya la UNESCO la proyección de Gall-Peters? Porque el historiador Arno Peters (que basó su proyección en el trabajo del cartógrafo James Gall) propuso un mapa más fiel sobre la extensión de las direcciones. Esto es lo que dice este informe de la UNESCO.

Peters ha establecido dos características para que un mapa del mundo sea aceptable internacionalmente: fidelidad en cuanto a la extensión y exactitud de las direcciones norte-sur y este-oeste. Como ningún mapa puede dar a un país la forma exacta que tiene en el globo, lo ideal es repartir las deformaciones. 

Este nuevo mapa, donde las diferentes regiones están representadas de manera equitativa, es el primer resultado de lo que Peters considera una «nueva cartografía», libre de las antiguas percepciones en que se basaron los primeros planisferios.

Y como dice el portal ABC, estos motivos han llevado a la ONU a usar la proyección Peters o la de Mollweide.

El gran problema con seguir teniendo en mente la proyección Mercator

La cara que ponemos cada vez que escuchamos la proyección Mercator.

No vamos a meternos con el cartógrafo Gerardus Mercator que creó esta proyección en 1569 y que hizo este mapa con la finalidad de que fuese útil para los navegantes, sino contra los que sabiendo siglos después de que era una mala proyección siguieron utilizándolo. ¿Por qué seguía haciendo esto? Aquí una respuesta.

«Ha servido, no sé sabe si intencionadamente o no, para dar una sensación de centralidad europea y norteamericana, por dar un mayor tamaño del que realmente tienen», explica José Antonio Aldrey, profesor de Geografía Territorial en la Universidad de Santiago de Compostela.

Exacto. Vuelvan a mirar el mapa y comprobarán que Europa es el «centro» del mundo y que Estados Unidos es más grande de lo que es en verdad. Esta visión errónea que uno obtiene al ver la proyección Mercator también ha sido difundida por la UNESCO.

Esto hace que Groenlandia y todos los países del hemisferio norte aparezcan exageradamente grandes y que Europa dé la impresión de estar en el centro del mundo.

Sí, todo mal con la proyección Mercator.

África ha sido el continente más perjudicado con la masificación de la proyección Mercator

Vean este video de BuzzFeed para que entienda cuánto ha distorsionado la proyección Mercator nuestra idea de realidad. De lejos, África ha sido el más perjudicado, ¡es más grande que Norteamérica y casi nadie lo sabe!

Por eso, en este Utero.pe hace tiempo nos declaramos creyentes de la proyección de Gall-Peters.